Con el contexto político y económico europeo dinamitado por la reciente invasión por parte de Rusia a Ucrania el pasado 24 de febrero, traigo a colación una crítica de cine sobre una de las películas que mejor retratan el contexto previo a la actual contienda. Donbass es una película escrita y dirigida por Sergéi Loznitsa, director ucraniano que logró cierta relevancia en el sector después de sus filmes En la niebla (2012) y Maidán (2014). La mirada de Loznitsa reposa en lo cotidiano del frente bélico, realizando un trabajo que se encuentra a caballo del documental periodístico y del más puro cine militante, logrando de este modo despertar en el espectador un profundo estupor ante lo grotesco de la guerra.
Donbass se encuentra segmentada en trece episodios diferenciados, donde un personaje secundario en uno de ellos toma el testigo del siguiente capítulo protagonizándolo. Esta estructura narrativa funciona de forma adecuada debido al uso continuado de planos secuencia -ejecutados con gran talento- y una familiaridad inusitada por parte de los actores con los hechos que se narran. El guion de la película está basado en numerosos vídeos de aficionados que durante el inicio de las hostilidades, en abril de 2014, subieron a la plataforma de Youtube de los distintos altercados y sucesos que se estaban dando lugar en el este de Ucrania.
El propio Sergéi Loznitsa afirma esto último en la entrevista que concedió, por motivo del estreno del filme allá por el año 2018, para la revista especializada Sensacine. En dicho artículo dice lo siguiente:
Entrevistador- ¿Por qué decidiste darle a 'Donbass' una estructura episódica? Además, tengo entendido que todos los capítulos de la película se basan en historias reales, en videos grabados por personas y luego subidos a YouTube o otra plataforma de Internet. ¿Cómo llegaste a saber de la existencia de esos videos?
Sergei Loznitsa– El guión de Donbass está basado en videos de aficionados, grabados por los vecinos de la zona de Donbass y subidos a YouTube durante las primeras etapas de la guerra, en 2014-2015. Así, aparte de las escenas de apertura y cierre de la película, todos los episodios son una recreación ficticia de material documental. Cuando comenzó la guerra en Donbass, estaba siguiendo muy de cerca los acontecimientos y, por supuesto, Internet se convirtió en mi principal fuente de información. Algunos de los videos me sorprendieron tanto que me di cuenta de que necesitaba hacer una película. El punto de partida fue el video de una multitud, golpeando a un soldado ucraniano encarcelado, atado a una farola. Una de las personas que participó en las palizas, estaba filmando todo, y luego subió el video a YouTube... Mi idea fue presentar una colección de episodios que describiría el territorio desde muchas dimensiones diferentes. No necesitaba un protagonista o un grupo de protagonistas, ya que esto habría impuesto cierta restricción en la narrativa, que no necesitaba. Además, no quería centrarme en una historia de vida y el destino de una persona específica. Lo que me preocupaba, era la "condición humana" en general. Al decidir sobre la estructura de la película, supongo, me inspiré en El fantasma de la libertad, de Luis Buñuel.
Resulta paradójico el hecho de que las cámaras captan como si de un documental se tratara distintos eventos ficticios, a cada cual más crudo que el anterior, que intentan relatar lo que está sucediendo en aquella región castigada por la desinformación, corrupción sistémica y fanatismo belicista. Sin lugar a dudas, Sergéi Loznitsa reinventa el cine bélico. Con una mirada objetiva, sin juicios sobre lo que expone, logra despertar en el espectador un mensaje desalentador ante la pérdida de libertad individual y lo sencillo que puede acabar resultando perder esta última en lugares fronterizos como Donetsk o Lugansk.
La película se conforma como una crítica frontal contra las conocidas como fake news. La guerra contemporánea se compone de varios factores, y uno de los más importantes es el de la información. Loznitsa lee esto a la perfección y lo expone sin miramientos en ambos bandos del conflicto, y como estos acaban generando su propio relato para embaucar desde las esferas de poder al pueblo que termina enfrentándose por cuestiones ajenas a toda realidad que les rodea.
El odio vehemente que se profesa al que se le ve como distinto, la culpa arrojada sobre aquellos que creemos descendientes de comunistas o fascistas -trasladando al individuo a tiempos ya pasados, con claras connotaciones nostálgicas-, conducen a la generación de un caldo cultivo idóneo para que desate la masacre. Ahora es conocido por todos el conflicto ucraniano desde que Vladimir Putin decidiera invadir a su país vecino, pero la guerra llevaba dándose a menos escala desde hace ocho años en la región del Donbass, aunque el silencio mediático durante todo este tiempo hiciera pensar al europeo medio que no existía tal conflicto. Ojos que no ven, corazón que no siente ¿no?
Para que el filme fuera lo más fidedigno posible, Loznitsa confiesa en la entrevista a Sensacine citada con anterioridad que contó tanto con actores profesionales como sin experiencia en frente de las cámaras:
Entrevistador- 'Donbass' es una película de tomas muy largas que atrapan al espectador. Al mismo tiempo, has trabajado con actores no profesionales. ¿Cómo lograste el equilibro entre esta idea de inmersión naturalista y realista, y la calidad coreográfica de la película?
Sergei Loznitsa– El desafío artístico fue reproducir escenas "documentales" en una película de ficción. Así que, por un lado, traté de seguir los videos de aficionados lo más fielmente posible; por el otro, tuve que "escribirlos": agregar un poco de diálogo, pensar en solucionar algunas escenas, encontrar los finales de aquellos episodios cuyos vídeos originales no tenían... Además, contaba con la ayuda de mi camarógrafo, Oleg Mutu, quien es un perfeccionista. ¡La verdad es que yo también! Juntos decidimos desde el principio que deberíamos seguir todas las reglas de composición y estética. En algunos casos, creo que hemos tenido éxito. Hay otros que podrían mejorar. Por ejemplo, en la escena de la paliza ahora creo que hubiera sido más interesante haberla filmado con un teléfono móvil. Sobre las interpretaciones, en Donbass trabajan actores profesionales y actores no profesionales. En cada episodio, tengo personajes clave, interpretados por profesionales brillantes, y luego, alrededor de ellos, construyo un coro de extras no profesionales. En total, tenemos cerca de 60 actores profesionales en la película y unos 2.000 extras.
Francis Ford Coppola llegó a afirmar después del rodaje de su magnífica Apocalypse Now (1979), que "mi película no es sobre Vietnam. Es Vietnam". Cogiendo el testigo que dejó el aclamado director italoamericano, Loznitsa logra captar la farsa salvaje que campa a sus anchas en su tierra natal desde hace varios años, y que con profunda tristeza observamos como empeora con cada día que pasa. Con serenidad preocupada combate con su cámara contra la impunidad que se cierne sin oposición en la actual Ucrania.
Pros:
Coherencia argumental ejecutada óptimamente, planos secuencia hipnóticos y unas actuaciones más que resueltas.
Contras:
Se echa de menos un enfoque más empático y emotivo con los hechos que se narran, además de necesitar cierta información política previa para poder disfrutarla en su plenitud.
Nota personal:
