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El PP contra las cuerdas

Actualizado: 4 mar 2022


Ayuso Casado PP Politica Fernando Mosteiro
Imagen extraída de "El Diario"

A mis lectores/as asiduos les resultará extraño que traiga al blog temas como el que hoy abordaremos. Asuntos de carácter puramente periodístico y de actualidad pero que nos pueden brindar una excelente ocasión para hablar sobre los entresijos más oscuros, pertenecientes a aquellos lugares recónditos que la política alberga, y que no dejan de obedecer a los instintos más primarios que nos definen como especie. Si, me refiero al poder, y más concretamente al erotismo subyacente que consigo carga. Rara es la vez que los políticos de turno no guardan bajo llave estos impíos deseos, con su respectivo silencio cómplice -al fin y al cabo todos están metidos en el mismo barco, el cual evitan a toda costa que naufrague-, pero muy de vez en cuando surgen contextos en los que esta espesa cortina de humo se difumina como si de un intermedio en una obra de teatro se tratara, mostrando así al ciudadano común el verdadero propósito de los sujetos receptores de sus votos. Es en estos momentos donde la política sí se convierte en tema interesante, ya que no hay cabida, llegados a este punto, para falsos modales y sonrisas fingidas. Es la hora del espectáculo.


Se encuentra en boca de todos los medios de comunicación del país la crisis interna del Partido Popular, la cual tiene su origen en una disputa entre el presidente del partido Pablo Casado y la presidenta de la comunidad de Madrid -importante, no presidenta del partido

en la misma comunidad- Isabel Díaz Ayuso. A grandes rasgos la supuesta problemática comienza en marzo de 2020, recién instaurado el estado de alarma por la pandemia y con su correspondiente confinamiento domiciliario. En este contexto, la comunidad de Madrid realizó una compra de material sanitario por valor de 1,5 millones de euros mediante un proceso de adjudicación público excepcional (debido a la urgencia de la situación sanitaria) en el que el hermano de la actual presidenta de Madrid estuvo involucrado como agente comercial. Damos un paso de gigante y nos situamos en septiembre de 2021 cuando, según fuentes periodísticas como El Confidencial o Vozpópuli, la directiva del Partido Popular recibió un dossier de la Moncloa en el que aparecía información sobre la anterior transacción y que podría ser indicio de delito de prevaricación por parte de Díaz Ayuso. Es en este momento cuando Casado habla con Ayuso en una entrevista privada y le pide explicaciones al respecto, pudiendo conformar todo esto una "bomba mediática" si no se trataba con discreción. La presidenta madrileña, según declaraciones suyas, defendió su imparcialidad en dicho trámite y reiteró su honorabilidad. De aquí en adelante desde la directiva nacional del PP intentaron contratar a una agencia de detectives privados llamada Mira para que encontrara algún tipo de relación entre Ayuso y su hermano que pudiera comprometer a la presidenta de Madrid. Así lo especifica el director de dicha agencia, Julio Gutiez, en el siguiente audio.

Julio Gutiez Ayuso Casado Politica PP Fernando Mosteiro
Julio Gutiez, director de la empresa de detectives Mira

Y llegamos al día de ayer, 17 de febrero de 2022, en el que Isabel Díaz Ayuso lanza un órdago contra la directiva nacional de su partido en una rueda de prensa casi sin precedentes. En el siguiente enlace de El Confidencial podéis escucharla íntegramente.


Entre las frases incendiarias que proclama podemos destacar las siguientes:


Es lo peor que se puede esperar, que la dirección de mi partido me ataque porque quiero presentarme al congreso del PP de Madrid


Quisiera saber cuántos votos han conseguido para el PP todos aquellos que llevan meses atacándome


La operación de espionaje es de abril de 2021 pero yo me enteré por Casado cuando en septiembre fui a su despacho para hablar de la situación del partido (...) Me dijo que el dossier se lo habían filtrado desde la Moncloa (...) No he faltado ni como presidenta ni como militante. Que dirigentes del PP hayan actuado así es un hecho gravísimo.

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Isabel Díaz Ayuso durante su rueda de prensa del 17 de febrero. Foto de Alberto Di Lolli

Alea iacta est. Isabel Díaz Ayuso cruza su peculiar Rubicón y lanza una ataque frontal a su actual presidente, con el ánimo de que uno de los dos -o quién sabe si los dos- acabe en el ostracismo político. Todo este circo obedece a dinámicas de poder dentro de la cúpula de Génova, donde un débil Casado ve peligrar su puesto ante una presidenta regional que, si recordamos bien las elecciones de Madrid del año pasado, llegó a confrontar no solo contra sus adversarios madrileños, si no también contra el propio ejecutivo de Pedro Sánchez y sus políticas, reduciendo a Pablo Casado a un mero monigote. Pero todo esto, y me disculpen los lectores y lectoras por la soez, me la trae al pairo. Que el Partido Popular pueda acabar desfragmentándose por sus luchas internas por el poder podrá herir a muchos simpatizantes y afiliados del partidos de las gaviotas, pero para mí resulta una oportunidad excelente para desenmascarar a toda esta banda de forajidos. La última ocasión que tuvimos la oportunidad de ver qué hay dentro de la cueva de Alí Babá y los cuarenta ladrones fue en 2017, con la pugna por el poder dentro del PSOE y en el que un Pedro Sánchez llegó a resurgir de sus cenizas para convencer a la militancia de que él y solo él podía liderar el partido. Ya a casi nadie se le viene a la memoria las comprometidas declaraciones del actual presidente del Gobierno en el programa de Jordi Évole en las que llego a afirmar haber sufrido presiones por parte de la élite económica y periodística de España.


Hubo responsables empresariales que trabajaron para que en España hubiera un gobierno conservador


Los políticos odian verse inmiscuidos en dialécticas como estas, y solo recurren a ellas cuando se encuentran contra las cuerdas y por mero instinto de supervivencia. En este mundillo a nadie le interesa hacer ver al ciudadano lo que realmente sucede tras las bambalinas, ya que siempre saldrá alguno o alguna afectado y dará a fin su trayectoria política, tan ansiada y apreciada por todos ellos. Podemos afirmar, sin miedo a equivocarnos, que los actores y los argumentos cambian con el paso de los tiempos, pero no así el ser humano y sus flaquezas. Ya en tiempos de la Antigua Roma podemos observar complots políticos para hacerse con el poder dentro de la curia romana, habiendo tantos ejemplos que solo nombraré uno de los más icónicos: la conjuración de Catilina.


Que existan personajes como Ángel Carromero, el encargado de las labores sucias de Pablo Casado y Teodoro García Egea, para, por un lado, contratar a la agencia de detectives privados como para investigar hasta las exparejas de Díaz Ayuso en búsqueda de alguna información que la desprestigiara, resulta denigrante para nuestra democracia. Pero que no os extrañe, Ángel es un claro ejemplo del político estándar de nuestro país. Afiliado desde los dieciocho años al PP, fue nombrado con veintiuno presidente de las Nuevas Generaciones hasta el año 2013. Nombrado asesor municipal del ayuntamiento de Madrid con veintitrés años -imagino que asesoraría sobre cómo ingerir rones colas con la arcaica técnica de codo fijo en barra-, terminaría siendo proclamado en septiembre de 2019 director general de la coordinación de la alcaldía de Madrid. Ojo con el puesto, que se las trae. Es una incógnita qué tipo de labores realizaba en dicho puesto, pero no así su sueldo, que rondaba los 90.000 euros anuales. ¿Y cuál ha sido su trayectoria profesional para llegar a tal cargo? Militar en el Partido Popular. Ah, y andar revoloteando como una mosca a la mierda por donde quiera que quisiera a bien para poder juntarse con gente influyente. Y no quiero empezar a leerle el currículum al irrisorio Alberto Casero, diputado que se equivocó en su orientación de voto durante la tramitación de la reforma laboral del PSOE y Unidas Podemos. Le ahorro la molestia al lector/a, ¡Sorpresa! Resulta ser otra sanguijuela agazapada al presupuesto público.

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El presidente del PP, Pablo Casado y el asesor de los populares en el Ayuntamiento de Madrid, Ángel Carromero. Fuente: Mariscal /EFE

Pero no nos equivoquemos, este tipo de prácticas no son gen definitorio de un partido político en concreto. Ejemplos como el de Ángel y Alberto podemos encontrarlos en cualquier agrupación política del estado, y por lo general suele funcionar a partir de una relación proporcionalmente directa al número de años que el partido político ha gobernado, ya sea a nivel estatal, autonómico o local. ¡Ay! ya lo declamaba hace más de dos mil años Marco Tulio Cicerón con su famoso ¿Hasta cuando, Catilina, abusarás de nuestra paciencia?


Y paciencia semeja que nos sobra a todos y a todas, porque parece que queremos seguir viendo sin entender, oír sin escuchar. Son en estos momentos como el actual cuando el ciudadano común puede darse de bruces contra la "política real", lugar recóndito que muy escasas veces sale a la superficie mediática por propio interés de los políticos. Solo en momentos de extrema traición y de surgimiento de deseos imperiosos de poder, podemos observar al político medio español en acción. Si termina por ser verdad el famoso dicho de "los representantes políticos son el reflejo de la sociedad" que Dios nos coja confesados. Y que reparta suerte, porque como reparta justicia...





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